Historia clínica
  

                                     CAMINARÍA

 Caminaría si pudiera
caminaría si tuviera pies,
si tuviera cuerpo,
caminaría
y la niebla sería mi envoltura.

Un paso, otro paso,
y las huellas perdidas serían
mi silencio,
la desnudez, mi compañía,
y los árboles sin hojas,
mi desierto.
 
Caminaría si pudiera,
si la ciudad fuera mía
y mío mi tiempo,
y sosegadamente descubriese
a la soledad y al viento
cada recóndito ¡ay!
que sustenta mis ausencias,
mi negación,
mi sueño.
 


                                                                                        Arriba

 

                                        PASAPORTE

 Río en la rompiente de las olas
o aire en la frontera de la atmósfera.
Pasaporte en fin hacia el no ser,
esperando el lecho de la nada
como lar de infinita melodía.

Son los juncos ya vencidos
los que saben cuando acaban las batallas,
no los gestos, no las bocas,
ni siquiera las palabras.

A cambio de mí,
no hay diezmo registrado en el arqueo.

Miércoles y lunes, engrosan la semana,
hoy ha llovido.
El labrador, descansa.
 


                                                                                        Arriba

 

                                           Voy

 
Voy en busca de un labio
que no haya roto la ausencia.
                      Años vistiendo peregrina
tierras y paisajes,
espiral de escombros devorados con fruición
rastreando los naufragios. Años
engendrando curvas,
soliloquios ordenados de quietud exponencial.
 
Fueron hipotecas que firmé
enhebrando paso a paso la esperanza,
fueron dedos, fueron ojos que miré
escrutando el fondo de las almas.
 
           También puse los adverbios
al servicio de un apunte
con el que dibujar los puentes. Me volví
arquitecto de escenas y de encuentros,
ingeniero de canales y de puertos..........Cincel
mi mano
tallando minerales
y un texto que añadir
a cualquier razonamiento.
 
            Mas, olvidé el compás
y el cartabón, y
las cadenas de palabras y las autovías
llevaron el gen del extravío........No
pudieron nunca
más que regar estéril los sembrados y
por más que el esfuerzo
me volviese geografía o la intención
de hallazgo preñase mi objetivo,
carecía el GPS de las variables necesarias
y sólo pude recorrer abismos
de pretiles a pico cercenados.
 
           Para entonces la fatiga
ya calaba incluso a los vencejos
y la sensación de excomunión,
pintaba itinerarios............Pero el corazón
no entiende de argumentos y
aunque cada vez más fugaz
la voz resuena en mi proyecto,
continúo buscando
un labio que no haya roto la sangre,
fluyan o no,
manantiales escarlata en las almenas.
 


                                                                                        Arriba

 

                                   DESNUDA CAVIDAD

 
Los pétalos de piedra de las flores en sílex
impregnadas
yacen quietas, aquí, ahora,
junto a las raíces
del lomo oprimido del carbón que desde fuera
acaba por sumirse
en el pecho ahuecado enteramente, sólo la lámina
que en bronce alumbró a la estatua
permanece
con sus horas prietas
ensambladas
en el asombro de los panales dormidos.

          ¡Desnuda cavidad que me rodea
con paredes lavadas en diciembre,
desnuda celda, oh, castigo, que
enfebrecidamente asfixias con tus panes de cuchillo
el borde territorio del hundido matorral de mi destino,
desnuda cueva, desnudo hoyo con su cóncavo estor
de virtuales espejismos, desnudo vientre
que mineralizas las voces y los gritos,
desmáyame el aliento
vaciándome el artesonado interno
que en la vanidad se me acrecienta!
 
           Así, en el delta primigenio
de la geografía cárstica
que en la caverna del tiempo
abatidamente arrasa los momentos,
podrán las pieles de piedra de los elfos
soñar
con el blanco pedernal de las flores congeladas y,
el brillo cárdeno que del bronce fue
para inmortalizar el gesto,
unir su planta
con el láudano recuerdo del secreto.
 


                                                                                        Arriba

 

                                       SARCÓFAGO VACÍO

 
Puedo llorar eternamente
desde mi sarcófago vacío.
Puedo callar
o fingir día a día
para que los demás crean que existo
para que nadie entone
un réquiem por mí
ni vista de luto
ni se entere.
 


                                                                                        Arriba

  

                                  COPAS DE CRISTAL

 Tengo gastadas las copas de cristal
y las arañas acabaron su trabajo en los caminos. El
paisaje se me borró tanto mirarle...............terminé
con las ropas del armario y
desaparecieron las letras de mis libros.
 
No puedo ya escuchar la música que quiero
pues los discos agotaron las canciones.
                                                        Tengo
las palabras raídas ya de usadas
y los hechos ancianos de vividos.
Lo especial es un concepto muy lejano y
las bombillas de colores ya no alumbran.
 
Quedó vacío el salón de los banquetes y
las cortinas emprendieron su descenso hacia lo eterno.

Perdí las señas de mi agenda
disueltas en un perfume evaporado. De
mi pluma no salieron nunca
las cartas que guardaba bajo llave.
                                                   Los mensajes llegaron
segundos después de que el tren partiera,
el cartero atravesó senderos
sin ningún destinatario.............Nunca
dije a alguien que le quise,
pensé que no tenía yo derecho........Los
minutos discurrieron y después el tiempo
quedó solo,
sentado en un rincón oscuro de la estancia
muriendo al fin triste y olvidado......
                                               ahora
creo que tengo algo en la memoria
pero por más que intento
no consigo ya acordarme
 


                                                                                        Arriba

  

                                      EL PAÍS DE LAS HERIDAS

 Vengo del país de las heridas,
hospital extramuros de lo próspero,
donde los despojos del recuerdo se acumulan
y el sendero del dolor serpentea
entre pasillos con ventanas de aluminio.
                  Allí
el nitrógeno hiberna la esperanza
entre carros de cura aparcados
mientras tanques de oxígeno vacíos
aguardan recoger el aire que expiraron.
 
Hay un ambiente de deshaucio,
de envase que agoniza.
Los pasos no llegan al umbral
del diagnóstico abierto a las auroras,
tan sólo encrucijada en los archivos
catalizando las ausencias.
                                    Extraña ver
reflejos en los iris
pues son huérfanos de abrazo,
pretérito resto en la memoria
algún día de alumbramiento.
 
Los códigos de barras de cualquier patología
presentan la primera cifra emponzoñada
con el gen de la hemorragia
y por más que la tinta de los hechos
intente variar el rumbo,
la pluma escribe folios cercenados
sin derecho a viento ni a nostalgia.

                            Ésa es la espina del lugar
allá aquél del que yo vengo
con escaras verdinegras en los pies
y un cierto olor a desperdicio.......Tal vez,
aunque vidriados los cristales
del edificio viejo y empañado y ciego,
el astrolabio todavía pueda
desentrañar alguna ruta
o emitir una señal que recoja los deseos.
 
                    Emigré la vista atrás
olvidada la flor aún
de la visita....

ese día
un borde violeta
preñando el crepúsculo del rojo
el retrovisor, dejaba
 


                                                                                        Arriba

 

                                       RÚBRICA

                                                                          (Agonía)

Cuando se llega a la última verdad,
certeza inevitable que se filtra
por las enmohecidas rendijas del cerebro,
cuando se llega
al epígrafe del último suspiro
y se ha firmado ya el acta ante notario
del derribo,
               ¿qué importan los olvidos
de las pequeñas cosas, los huecos en paréntesis
que dejamos prendidos de alfiler?
 
          Aquel vértigo de días
pintados de escenas y tramoya,
autovías recorridas de muchos de los mapas,
velos rasgados de la entraña
u osadías de pasión
al costado de un proyecto.....aquellos duermevelas
de arroyo descendiendo
y entreverados tintes de crepúsculo en los ojos.
 
.........exactamente todos aquellos puntos y comas,
precisiones de recuerdos archivados
y la emoción impregnada de los pasos,
comprimidos en la geometría del vacío
donde curva la física las leyes.........
 
En esa quebrada entonces del paisaje,
importa sólo a los demás,
la impronta en sus conciencias
del verso que trazamos
y les hizo un guiño en sus mañanas.
 
       Les importa
sensación en una tarde
del roce de piel de una caricia
o la sonrisa entrañable ante los rizos
jugando a humo de las llamas.
 
               Esa es la rúbrica al pie
del marfil del tiempo quieto
que miran los que miran,
la que queda de nosotros tapizando
ajenos escalones,
............asumida mitocondria de futuro,
que se recombinará sin límite
al abrirse cada alba, las ventanas
 


                                                                                        Arriba

 

                                 JIRONES DE MI CUERPO

 
Jirones del cuerpo voy dejando
al compás del segundero
aún en el nombre relativo
del instante.
 
Secuencias encriptadas de mí misma
nacidas en un este ya sin vuelta.
 
       En un esfuerzo de memoria
recolecta el corazón todos los rotos
zurciendo con paciencia
los inviernos y aquellas excursiones
con el cenit en la brújula.
 
Abiertas las manos como el alma,
perdida a retazos va quedando
encalleciendo las heridas
y el betadine intentando barnizar
un horizonte
                  mas
la esencia misma del rodar
gastando la conciencia paso a paso
implica ir apagando
cada día una bombilla
y el rosario de luces heredado
agotando va, las cuentas.
                                    El oeste
casi al alcance de la esquina
donde el sol se acuesta ya cansado
expirando en el crepúsculo los rayos......
 
¿por qué imploro pues, si ya sé la respuesta?
 


                                                                                        Arriba

 

                                             RECUENTO

Cuento los días de mi vida
por el número de veces
que encendí la lavadora. Cuento
las esquinas que doblé
por la cantidad de tiempo
que me lavé los dientes, puede que también
por el número de sábanas
que extendí cada mañana,
prosaico rito que define
la mochila de mis canas.
                                    No diré
que perdí la cuenta, pero en algún momento,
se diluyó esa línea de frontera
en la que en lugar de mirar hacia delante
casi por reflejo, se echa la vista atrás continuamente.

Fueron sombras en los diedros
dibujadas a fuego
por ilusiones contrapuestas. Fueron
muertos que firmé
sobre papel certificado, miradas que quedaron
formando parte de mí misma.
Ideologías que estudié, escalones y peldaños,
proyectos en un folio, una cortina
de mítines y asfalto, carretera que rodé
entre lucha y desconcierto.
 
      No fueron todas las camas,
pero alguna geografía me prendió los dedos
de sudores y gemidos,
encharcándome la mente
de noches y crepúsculos,
tejidos los jerseys para distintos fríos.
 
Furtivo el calendario
descorre todas sus hojas y el final
de la historia ya se acerca
engrosando otras historias cotidianas
de cacharros por fregar,
desayunos y otro día en la ventana.
 


                                                                                        Arriba

 

                                 LIBERTAD DE PENSAMIENTO

 
Amor de medianoche, amor de un día,
amor de la vida entera.
Amor como vuelo de un pájaro herido,
amor en esmeralda, amatistas desgranadas
sobre el telón escarlata
de mi arco de historia.
                                Dorándose
en cabellera alada,
castigados cantos de horizonte,
devanan madejas rojas
de endurecido alambre y
un ramo de quebrada espiga,
sobre el desolado marco
de mi ideología.

Condenada al silencio
y encerrada
en el ataúd de cinc de la censura,
grilletes derriten
como plomo,
la arquitectura frágil que me envuelve.
 
                 Noche oscura de mi árbol caído,
noche sin fondo del abismo insondable
que encenaga y borra
el camino tejido con las manos desnudas.
 
                 Noche del grito profundo
que desgarra
en el vértigo inexorable de la sima,
la entraña caliente de la boca y el adentro.
                                                              ¡Oh, tú,
que me clavas la flecha del jinete enamorado!
 
¡Oh, tú,
que te ensañas despiadada
en el lago cristalino de la fidelidad inquebrantable!
 
¡Tú,
que sabes de mi amor y mi llamada,
sácame del tiempo infinito
penetrándome el pecho
hasta el final!
 
Sabes
que te amo,
que, por encima del paisaje y la miseria,
te amo.
Por encima de los riscos afilados y los picos,
te amo.
 
Amo la aventura incierta de tu barca
y los mástiles apuntados de tus dardos.
Amo tu lenguaje de serpiente
y la balada tierna de los arces.
Amo el huracán del miedo
y la brisa tenue de la calma.
Te amo,
te amo a pesar de mí,
a pesar de ti,
te amo, y, sin ti,
el vaso ignoto de mi vida,
papel de celofán sin nada, desapareciendo,
volaría.
 
        Por eso, amor de medianoche,
tul de ideas que me tejen,
sortija encelada que me tiendes
emboscadas de oro revestidas,
cuando apagues la antorcha que me guía y
me envuelvas en la sábana morada
del silencio,
deja que en mi viaje hacia el averno,
mi ansia libertaria,
me acompañe.
 
añorado epílogo,
pensamiento
 


                                                                                        Arriba

 

                                  QUE NO TE DIGA NADIE

 Que no te diga nadie, que no te diga
tu propio corazón
que no dijiste
aquello que te morías por decir y
hubo llegado el tiempo
en que la muerte llamó a la puerta.........que no te diga
nadie
ni dejes terminar los crepúsculos
sin haber acariciado las anémonas
o abierto los cofres del misterio.........mañana
aún no existe y
otro día, se fue del calendario.......no dejes
estos campos baldíos o
la vendimia a medio terminar, que
las uvas de hoy
solo sudan zumo en el momento.
                                                Después,
puede ya ser tarde y
quedar con las manos vacías,
ser una constante.
                           No des la espalda
a tus poemas
ni dejes en blanco
lo profundo de tu mente..........que no te diga nadie,
que no te diga
que dejaste de visitar la explanada y
aquel camino que se adentraba en el bosque,
que no te diga el corazón
que huiste de él
o le dejaste.
 


                                                                                        Arriba

 

                                 LA EDAD DEL GENOCIDIO

 Volveré donde sea necesario
atravesando los infiernos o
la tenebrosa oscuridad de los ausentes.
                                                        Estoy
en el campo de batalla
donde pensamientos espectrales
con su bífida lengua lamen
sendas abisales de almas sin principios.
 
                     Converso con la edad del genocidio
donde el sudario de la bruma
sendero cerrado es
de mueca desangrando los silencios.
El suelo custodiado por polvo de huesos
en hurto de la entraña.
                                Han caído
derrotados los vocablos y
los nasgool merodean en intención de rapto.
Descarnado, el lenguaje de las lanzas,
imparable avanza desmembrando las ideas.
 
                        Es necesario drenar
de caimanes los pantanos
a poca esperanza que yazca
como espora enterrada
en el vientre de las cobras.
                                        Por eso, surgiendo
de las simas recurrentes de la historia, aunque
tenga que heredar el léxico del hielo o
la escalada vertical de los conceptos,
aunque tenga que arrasar el Alzheimer y su séquito,
rasgaré la cripta del vacío
para que fluya
la costa mental del infinito.
 

                                                                                        Arriba

 

                                                SOY

 Síntesis galáctica
parida
en raíces antiguas
y saqueos.
Llanto preciso de la lluvia.
 
Una aguja,
brújula que busca
yaciendo entre errores y naufragios
al albor de alguna penitencia dúctil
que doblegue.
 
Acuarela efímera, cuenco pasional
vomitando paréntesis y espejos
al filo del bisturí
de las preguntas.
 
         La declinación
de la boca de los verbos
clavó su áspid y mi anhelo
sobrevino
en un compendio de saliva
a dentelladas
del mutarse la conciencia.
 
Salvaje
torrente
descalabrado de glaciares
aprendiendo de las piedras
el roce milenario de los besos.
 
Sexo impuro
en comunión ardiente con el mundo
mientras desabrocho poco a poco
la lencería en sílex
de la entrega.
 
Mortal, como la vida misma.
 
Soy, mientras soy,
luego,
nada.
 


                                                                                        Arriba